LA AMAZONIA, LOS NIÑOS Y EL ALCALDE DE
MADRID
Cuentan las crónicas que el alcalde de Madrid, del Partido
Popular, visitó días pasados una escuela, donde contestó a preguntas que le
formularon los alumnos. A tenor de alguna de sus respuestas, tal vez hubiera
sido mejor verlo sentado en un pupitre atendiendo a una que otra lección que le
impartieran los escolares.
Para quien desconozca el
caso, diré que una pequeña quiso saber a qué donaría dinero el regidor de poder
hacerlo únicamente a un sitio, si a la quemada Notre Dame o a replantar el
Amazonas, que también ardió en fechas recientes. Eligió la catedral parisina.
Sus atónitos oyentes le recordaron que la otra opción era el pulmón del mundo.
Transcribo literalmente la contra-argumentación del edil, tal como la recoge el
diario “La Vanguardia”:
“Efectivamente, es el pulmón del mundo, pero la catedral
de Notre Dame es un símbolo de Europa. Y nosotros vivimos en Europa.
Las mejores cosas que nos ha podido pasar a España, hace 30 años ya, es
ingresar en la Unión Europea”.
Vamos a ver, señor edil.
Nadie discute el valor de la catedral parisina en nuestra cultura. No creo que
exista una sola persona que no se haya apenado cuando se incendió. Pero,
hombre, anteponerla a la Amazonia… Usted dice que Notre Dame es un símbolo
europeo, y que nosotros vivimos en Europa, y en eso lleva razón. Oyéndolo, sin
embargo, tal se diría que nuestro continente es un ente autónomo. Olvida que
forma parte del planeta Tierra. No podemos ser ciudadanos europeos sin serlo,
simultáneamente, del mundo. Sobre todo, considerando cómo anda la salud de
éste, merced, además, a la contribución humana. Vivimos en Europa, es cierto.
Pero para la vida es fundamental conservar lo que usted mismo reconoce como el
pulmón del mundo. Si no le prestamos atención y ponemos medios para curar sus
heridas, qué más dará ser europeo que sudamericano. Los criterios localistas no
funcionan. Sin pulmones, no habrá quien respire...
Yo creo que debería usted tentarse la ropa
antes de decir esas cosas a los niños.
No conocía esa metedura de pata del señor alcalde de Madrid. Aunque sería la respuesta escogida por mucha gente si se atreviera a darla. Pocos entienden la importancia del medio ambiente. Los mismos que se rasgan las vestiduras hablando de los desastres del cambio climático, aplauden con las orejas cuando crece la economía, sin darse cuenta de que ese crecimiento económico es la losa martuoria del medio ambiente.
ResponderEliminarUn beso.
Yo creo que más que una metedura de pata fue un lapsus... de sinceridad. Que lo que dice en lo que piensa, vamos. Muy en línea con su actitud hacia el planteamiento de Madrid Central de la anterior alcaldesa, o con las declaraciones de la presidenta de su comunidad acerca de los atascos capitalinos... Por lo demás, comparto lo que dices sobre la incongruencia de quienes espolean al caballo que los aproxima al precipicio, por mucho que, de momento, les satisfaga ese cabalgar...
ResponderEliminarUn abrazo de los fuertes, Rosa