martes, 31 de enero de 2017

SEMBLANZA DE DONALD TRUMP

Podría haber sido el protagonista chulesco y desmadrado de una película del Oeste. Tampoco anda escaso de cualidades para encarnar a un tertuliano feroz, uno de esos tipos viscerales que se curten en la intemperancia y el dislate; o, esto quizá venga mejor al caso, a un político que alimente de demagogia sus discursos, apelando a los instintos más bajos del electorado.
   Lo cierto es que los votantes  han encumbrado a la presidencia de los Estados Unidos a este sujeto iracundo, tan falto de sentido de la medida como sobrante en soberbia. Aunque suene a paradoja, cuántos se sentirían (nos sentiríamos) aliviados si dijese digo donde antes dijo Diego y volviese papel mojado sus promesas y dicterios de campaña, ahora que ha ganado.
   Pero ha venido para que pinten los bastos que anunció, y a diario así se lo recuerda al mundo, con el que tan mal avenido se muestra. Cualquier día de éstos, declarará abolida la palabra empatía. Porque la actitud de ponerse en lugar del otro ya la ha desterrado y para qué un término sin referente que nombrar. Millones de personas, dentro y fuera de su país, tienen sobradas razones para sentirse más débiles, más desprotegidas, más en riesgo.
   No le arredra el aluvión de críticas con que se recibe su prepotencia, la autocrítica parece tan ajena a su comportamiento como la diplomacia. Si rechazas la taza, ahí lo tendrás, aprestándose a arrojarte a la cara tazón y medio.
   Yo creía que estos personajes sin fisuras, compuestos de un solo trazo, tenían limitada su existencia a las páginas de la mala literatura, para satisfacción de mentes simples, que sólo ven en blanco y negro. Debo confesar que me ha cogido por sorpresa, en el caso que nos ocupa, el salto que se ha operado, de la ficción a  la realidad. Y más inconcebible resulta aún que esa realidad sea la presidencia de los Estados Unidos.

   ¿Qué habéis hecho, estadounidenses?

domingo, 22 de enero de 2017

UNOS CUANTOS, UN NOMBRE CON HISTORIA

Volvió de nuevo esa expresión a cobrar vida. Llevaba mucho tiempo agazapada en la memoria, casi olvidada. Aguardaba su oportunidad, aunque yo eso no lo supe hasta hace cerca de cinco años, cuando nació nuestra Agrupación Escénica. Entonces se reencarnó, tuvo un referente con el que identificarse, sólo que éste cambió, ya no fue el que lo había originado en el pasado, cuando otros Unos Cuantos lo usáramos:
   Mediaban en Oviedo los sesenta del siglo XX y algunos universitarios, que gustábamos de escribir y nos habíamos constituido en tertulia literaria donde debatir sobre nuestras creaciones, habíamos decidido que éstas pasaran por la imprenta. A la hora de buscar un nombre, la frase hecha pasó de ser expresión coloquial a título de revista recién fundada.
   Es importante recordar que por entonces todavía le quedaban al general Franco diez interminables años para morir. Allí donde hubiera un cónclave, por muy literario que fuese, nacía una sospecha de contubernio para la rebeldía, más aún si eran (éramos) estudiantes los sujetos reunidos. No digamos nada si, para encima, pretendíamos que nuestras palabras salieran a la calle. Tal vez en España los jerarcas del régimen no echaran mano a la pistola cuando oían la palabra cultura; pero era más que probable que enviasen a husmear a la brigada político-social ante cualquier evento que suscitase su desconfianza, que eran prácticamente todos.
   La revista literaria “Unos cuantos” tuvo una existencia efímera. Creo que no sobrepasó las veinticuatro horas sin ser secuestrada. Un poema había suscitado la suspicacia de los censores y la recogida apresurada de la totalidad de los ejemplares editados. También la obligada visita a comisaría de algunos miembros de la tertulia.
   Por fortuna, los jueces no se apuntaron al celo inquisitorial de la policía y nuestra publicación voló de mano en mano. Fue, aquel primer número, el único que vio la luz.

   No podía yo imaginar en aquel entonces que muchos años después, entre las propuestas que se hacían para bautizar a una nueva agrupación teatral, estaría esta mía de Unos Cuantos, que rendía tributo a aquella experiencia vivida bajo la dictadura…

miércoles, 18 de enero de 2017

La entrada es libre, hasta completar aforo. Si estás en Cantabria, visitante de este blog, me encantaría encontrarte entre los asistentes. Quizá, si vienes, te animes a hacerte con la novela. O, si ya la tienes, quieras saber más de ella o intercambiar opiniones. En cualquier caso, tu presencia siempre será bien recibida.  
Se agradece la difusión del evento.

viernes, 13 de enero de 2017

"DESDE EL CUARTO DE AMADORA" EN EL BLOG DE LA FÁBULA

Al teclear estas líneas, no es a mí a quien pretendo que leáis. O sí, pero en palabras de otro, de otra en este caso. Rosa Berros ha tenido la amabilidad de dedicar una entrada en su blog a mi novela “Desde el cuarto de Amadora” y quisiera compartirla con vosotros. Cuando la veáis, entenderéis que no haya podido resistirme a haceros esta recomendación, que no estaría completa si no la acompañase de otra, aunque no creo necesario que la formule, pues bastará con que ojeéis sus valoraciones de otras obras para que os convirtáis en asiduos visitantes de sus páginas.
Esta es la dirección a la que os remito:
http://elblogdelafabula.blogspot.com.es/

viernes, 6 de enero de 2017



ACTUACIÓN SIN TECHO

               Una emoción diferente.
             Ver representar en la Plaza Porticada de Santander las escenas de la marginación por sus propias víctimas o afines. Convertir en teatro de calle las experiencias de la exclusión y esta vez por los mismos protagonistas que viven el doloroso drama de la falta de un hogar.
            En el “Día de las Personas sin Hogar”, el jueves 24 de noviembre, Cáritas pidió colaboración a la Agrupación Escénica Unos Cuantos. En España, más de 40.000 personas no tienen techo y cerca de millón y medio viven en infraviviendas y chabolas. Y con la política antisocial del Gobierno del PP, el número se acrecienta: los desahucios y desalojos forzosos de las víctimas de la crisis están a la orden del día.
            Nuestro director, Juan Manuel Freire, se fue a la Cocina Económica a ensayar con los voluntarios una nueva modalidad del teatro de los oprimidos. Es ésta la segunda ocasión que lo hace en este otoño. La primera fue por invitación de ACCAS con los enfermos de SIDA y personas en peligro de exclusión social. El origen de esta experiencia es que, como Unos Cuantos no podemos atender a toda la demanda de los colectivos sociales que nos piden que actuemos para ellos, hemos decidido iniciar este laboratorio teatral de la vida: dirigir a quienes resisten, animarles a la denuncia desde la escena, invitarles a convertir en teatro su propia existencia. Son pequeñas escenas de mimo y expresión corporal, sencillas, sin apenas texto. Se meten en ellas de inmediato.
            Fue emocionante verlos actuar: el indigente que extiende su mano una y otra vez y nadie le ayuda; la calle representada como una galería de personajes indiferentes, inconmovibles. Y el silencio y respeto de niños y mayores que, tras las máscaras, observan la escenificación.
            Unos Cuantos seguiremos en esta línea; ayudando en lo que podamos, aprendiendo de la gente que más necesita.

Isabel Tejerina, miembro de la Agrupación Escénica Unos Cuantos


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domingo, 1 de enero de 2017

ANTEPENÚLTIMAS NOTICIAS DE UNOS CUANTOS

No tenemos parada en la Agrupación Escénica Unos Cuantos. Somos muchos, más de 30, pero nuestros proyectos en curso están a la altura de esa circunstancia. A veces, y por más que dispongamos de un director (el que suscribe), y, además, de quienes se estrenan en labores de dirección (Isabel Tejerina, Paqui Vialda), pienso que nos sucede como a esas personas cuyas ideas sobrepasan a sus fuerzas. Ved, si no, en qué proyectos andamos empeñados.
   Son cuatro los montajes que preparamos y pronto saltarán a los escenarios. Afecta uno, “Odisea en escena”, a toda la compañía. Cuenta con la presencia del mismo Homero como principal relator, y cinco mujeres griegas que, desde el patio de butacas, complementan su discurso. Simultáneamente, protagonizan actores y actrices los sucesos que se narran.
   También muy coral es “Una obra de arte”. Salen de los cuadros personajes que en su día fueron pintados, y vuelven a los espectadores público de un museo animado. En sus salas cobrarán vida la Gioconda, las majas goyescas, un Arlequín de Cézanne,  las deconstruidas figuras del Guernica…
   Carlos Álvarez, dramaturgo y actor no ha mucho fallecido, premio Goya por su interpretación en la película “Solas”, que nos regaló su amistad y dejó de ello constancia en nuestra web, es el autor de “La Rosaleda”, cuentos dramáticos de tramas irónicas y descarnadas, teatralizados y dirigidos por Isabel Tejerina.
   En “El encuentro”, de Ramón Q., con dirección de Paqui Vialda, un individuo  descabalado, con un problema irresoluble, acude a una empresa en busca de que le solucione su situación. Ésta lo pone en manos de un experto un tanto inquietante. El desenlace sorprende, y mucho.
  
   Con todo, la actividad de Unos Cuantos no se queda en lo antedicho. La cosa se complica porque  tenemos en cartel escenas de otras obras (Teatro en crisis, Brotes verdes, Una mora frente a mí en el espejo…), de tipo social, fruto del compromiso con nuestro tiempo, que representamos donde oenegés o movimientos sociales nos lo reclaman.

   En ocasiones no damos abasto, no podemos, con nuestras solas fuerzas, satisfacer tales demandas. En ese caso, entra en acción nuestro plan B. De en qué consiste sabréis, siempre que leáis la entrada que vendrá. Sólo os anticiparé que es una de las experiencias teatrales más gratificantes que he vivido…