domingo, 22 de enero de 2017

UNOS CUANTOS, UN NOMBRE CON HISTORIA

Volvió de nuevo esa expresión a cobrar vida. Llevaba mucho tiempo agazapada en la memoria, casi olvidada. Aguardaba su oportunidad, aunque yo eso no lo supe hasta hace cerca de cinco años, cuando nació nuestra Agrupación Escénica. Entonces se reencarnó, tuvo un referente con el que identificarse, sólo que éste cambió, ya no fue el que lo había originado en el pasado, cuando otros Unos Cuantos lo usáramos:
   Mediaban en Oviedo los sesenta del siglo XX y algunos universitarios, que gustábamos de escribir y nos habíamos constituido en tertulia literaria donde debatir sobre nuestras creaciones, habíamos decidido que éstas pasaran por la imprenta. A la hora de buscar un nombre, la frase hecha pasó de ser expresión coloquial a título de revista recién fundada.
   Es importante recordar que por entonces todavía le quedaban al general Franco diez interminables años para morir. Allí donde hubiera un cónclave, por muy literario que fuese, nacía una sospecha de contubernio para la rebeldía, más aún si eran (éramos) estudiantes los sujetos reunidos. No digamos nada si, para encima, pretendíamos que nuestras palabras salieran a la calle. Tal vez en España los jerarcas del régimen no echaran mano a la pistola cuando oían la palabra cultura; pero era más que probable que enviasen a husmear a la brigada político-social ante cualquier evento que suscitase su desconfianza, que eran prácticamente todos.
   La revista literaria “Unos cuantos” tuvo una existencia efímera. Creo que no sobrepasó las veinticuatro horas sin ser secuestrada. Un poema había suscitado la suspicacia de los censores y la recogida apresurada de la totalidad de los ejemplares editados. También la obligada visita a comisaría de algunos miembros de la tertulia.
   Por fortuna, los jueces no se apuntaron al celo inquisitorial de la policía y nuestra publicación voló de mano en mano. Fue, aquel primer número, el único que vio la luz.

   No podía yo imaginar en aquel entonces que muchos años después, entre las propuestas que se hacían para bautizar a una nueva agrupación teatral, estaría esta mía de Unos Cuantos, que rendía tributo a aquella experiencia vivida bajo la dictadura…

2 comentarios:

  1. Curiosa historia. Y para ti todo un homenaje que se pusiera ese nombre al grupo de teatro tras haber sido el del un revista literaria de la que formaste parte hace tantos años. Además siempre me ha parecido un nombre fantástico.
    Un beso.

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  2. Ya ves, Rosa, la de vueltas que da la vida... Y sí, tienes razón, ésta fue de las verdaderamente satisfactorias. También a mí me encanta el nombre, que, además, cada día está en boca de más gente...
    Un abrazo de los fuertes

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