UNOS CUANTOS,
UN NOMBRE CON HISTORIA
Volvió
de nuevo esa expresión a cobrar vida. Llevaba mucho tiempo agazapada en la
memoria, casi olvidada. Aguardaba su oportunidad, aunque yo eso no lo supe
hasta hace cerca de cinco años, cuando nació nuestra Agrupación Escénica.
Entonces se reencarnó, tuvo un referente con el que identificarse, sólo que
éste cambió, ya no fue el que lo había originado en el pasado, cuando otros Unos Cuantos lo usáramos:
Mediaban en Oviedo los sesenta del siglo XX
y algunos universitarios, que gustábamos de escribir y nos habíamos constituido en tertulia literaria donde debatir sobre nuestras creaciones, habíamos decidido que
éstas pasaran por la imprenta. A la hora de buscar un nombre, la frase hecha
pasó de ser expresión coloquial a título de revista recién fundada.
Es importante recordar que por entonces
todavía le quedaban al general Franco diez interminables años para morir. Allí
donde hubiera un cónclave, por muy literario que fuese, nacía una sospecha de
contubernio para la rebeldía, más aún si eran (éramos) estudiantes los sujetos
reunidos. No digamos nada si, para encima, pretendíamos que nuestras palabras
salieran a la calle. Tal vez en España los jerarcas del régimen no echaran mano
a la pistola cuando oían la palabra cultura; pero era más que probable que
enviasen a husmear a la brigada político-social ante cualquier evento que
suscitase su desconfianza, que eran prácticamente todos.
La revista literaria “Unos cuantos” tuvo una
existencia efímera. Creo que no sobrepasó las veinticuatro horas sin ser
secuestrada. Un poema había suscitado la suspicacia de los censores y la recogida
apresurada de la totalidad de los ejemplares editados. También la obligada
visita a comisaría de algunos miembros de la tertulia.
Por fortuna, los jueces no se apuntaron al
celo inquisitorial de la policía y nuestra publicación voló de mano en mano.
Fue, aquel primer número, el único que vio la luz.
No podía yo imaginar en aquel entonces que
muchos años después, entre las propuestas que se hacían para bautizar a una
nueva agrupación teatral, estaría esta mía de Unos Cuantos, que rendía tributo
a aquella experiencia vivida bajo la dictadura…
Curiosa historia. Y para ti todo un homenaje que se pusiera ese nombre al grupo de teatro tras haber sido el del un revista literaria de la que formaste parte hace tantos años. Además siempre me ha parecido un nombre fantástico.
ResponderEliminarUn beso.
Ya ves, Rosa, la de vueltas que da la vida... Y sí, tienes razón, ésta fue de las verdaderamente satisfactorias. También a mí me encanta el nombre, que, además, cada día está en boca de más gente...
ResponderEliminarUn abrazo de los fuertes