LA
MADRE SUPERIORA
“Reverendo
Mosen, soy la madre superiora de la Congregación, desearía que traspasase dos
misales de nuestra biblioteca a la biblioteca del capellán de la parroquia. Ya
le diré dónde se tiene que poner. Muy agradecida. Marta”.
Esta
Marta que firma la nota antedicha es la esposa del que fue presidente del
gobierno catalán, Jordi Pujol. Presuntamente, habla en clave para pedir a un
banco andorrano que transfiera dos millones de pesetas de su cuenta a otra del
mayor de sus hijos. Según la Policía Nacional, ella y sus siete vástagos
ocultaron 70 millones en el Principado entre 1990 y 2014.
Quien utiliza un lenguaje secreto se supone
que algo intenta esconder. La lectura de este texto, no obstante, a nadie
dejaría indiferente. Atónito, tal vez. En especial, si se encuentra entre
documentación bancaria resulta imposible que pase inadvertido. Tal es la
primera paradoja de esta historia. Pone de relieve una imaginación tan fértil
que por fuerza llama la atención de cualquier pesquisidor. A no ser que se
trate de que pase desapercibido precisamente por lo increíble que parece.
Meterse a seguir el hilo del discurrir de algunas mentes resulta ardua tarea.
¡Qué curioso es todo esto!
Se construye una alegoría religiosa para
encubrir operaciones ilícitas, de corte pecuniario. ¡Qué magnífica ocasión se
ha perdido el Cristo de los Evangelios para expulsar a los mercaderes del
templo! Claro que no es la primera vez. En los dos últimos milenios, de cuántas
oportunidades no habría disfrutado. La relación entre la Iglesia oficial y el
dinero viene de antiguo. Y quizás en ese vínculo ha bebido esta señora
en busca de inspiración.
¡Lástima –para ella- que tan sólo le haya
servido para dar pábulo al recochineo general…!
Y lástima -para nosotros- que por muy descarado y miserable que sea el asunto, la madre superiora, otra vez, como siempre, saldrá de rositas. Demasiado mayor para ir a la cárcel.
ResponderEliminarUna vergüenza con todas las letras.
Un beso.
Bueno, un calvario, por no salirnos de la simbología que ella utiliza, sí debe estar pasando...
EliminarUn abrazo fuerte