PP
E INGOBERNABILIDAD
¿De
quién será la responsabilidad de que se forme –o no- nuevo Gobierno? La pelota,
según el Partido Popular, está, sobre todo, en el tejado del PSOE. Con su voto
positivo, o al menos su abstención, debería facilitarle el acceso al Ejecutivo,
dice. El PSOE se resiste como gato panza arriba a aceptarlo. Varias de sus
vacas sagradas –algunos exministros y presidentes autonómicos- juegan, no
obstante, a la contra y presionan con mayor o menor disimulo, para que se deje
gobernar a la lista más votada. Lo mismo hacen influyentes medios de
comunicación, como, señaladamente, el diario El País.
Si es el interés de España lo que les
preocupa, yo no entiendo ni su postura ni la del PP. No comprendo que éste
último, en aras a la gobernabilidad, no esté dispuesto a renunciar a nada por
facilitar el entendimiento y acabar con el impasse,
y a los demás que no se lo exijan, como paso previo.
Mariano Rajoy, por ejemplo, podría echarse a
un lado, en bien del país, y no postularse para presidir el nuevo Gobierno.
Sería un pasito. Cabría completar ese gesto suyo apartando a cualesquiera de
sus cargos que, por acción u omisión, hayan colaborado con las prácticas corruptas
en que ese partido se ha envuelto. Y, asimismo, debería aprestarse el PP a
hacer borrón y cuenta nueva de aquellas leyes que aprobó en la pasada
legislatura con absoluto menosprecio de cualquier enmienda o aporte de la
oposición y entender que la etapa del ordeno y mando ha pasado, como su mayoría
absoluta, a la historia.
Pero lejos de emprender ese camino de
regeneración, manejan los populares otro argumentario para hacerse con el santo
y la limosna. Presionan para que les dé vía libre, culpabilizando a los demás
de que haya unas terceras elecciones, si no ceden a sus pretensiones.
Sinceramente, no veo cómo el Partido Popular
podría irse de rositas a esos nuevos comicios, libre de polvo y paja, eludiendo
toda responsabilidad en su convocatoria, aunque no haya habido por su parte un
profundo examen de conciencia y el subsiguiente propósito de la enmienda.
¿Por qué prácticamente ningún otro partido
compromete con ellos su voto? A esa pregunta deberían buscar una respuesta. Y
obrar en consecuencia. Mientras tanto, que no esparzan entre los demás el peso
de una carga que no le es ajena.
El PP actual en el poder nunca tiene la culpa de nada. Son los demás los que fallan, los que no respetan, los que no quieren negociar ni dialogar... pero cuando ellos tienen la mayoría absoluta, ni respetan ni negocian ni dialogan. Parece que esas acciones sólo hacen acto de presencia en la vida política cuando ellos las necesitan. Y no sigo porque me cabreo.
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
Un beso.
Como un libro abierto hablas -o escribes-, Rosa.
EliminarUn abrazo fuerte