RÉQUIEM II
Cuando una voz
anónima
dijo:
hermano blanco,
hermano
negro.
Vamos con la
pena
y la cadena
de nuestro pueblo
encadenado.
Que la vean todos y la
rompan
y se desprendan
también.
Porque toda cadena tiene
dos extremos.
[…]
De cansancio, al lado
de
la estatua de la
Libertad
muere
siempre
un
negro.
[…]
Hasta que uno pensó
e hizo
que para terminar con
el gemido
sólo
es preciso
acabar con el que
gime.
Hoy
fue
en América Luther
King
en abril.
Levántate negro,
levántate
blanco.
Juan
Manuel Freire
A Coruña,
10-IV-67
Nota- Escribí este
poema hace 50 años. Era muy joven entonces. Ahora no escribo poesía. Pero mi
sentimiento sigue siendo el mismo.
En su versión en gallego, cantado por la voz grave y profunda de Xerardo Moscoso, de Voces Ceibes, fue editado por EDIGSA.
Hermoso poema. Yo también los escribí hace cuarenta años. Después, también lo dejé. Se ve que la poesía, a algunos, nos enferma de jóvenes y después nos curamos. Tal vez es un mal para el que no debería haber cura o tal vez, creo que es mi caso, resultaba una enfermedad un tanto mediocre.
ResponderEliminarUn beso.
Yo creo que todos llevamos un poeta dentro. Y tú también. Un poema puede escribirse en prosa. El verso ya lo pone el sentimiento. Para comprobarlo, no tienes más que releer muchas de las frases de tus valoraciones literarias, Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo de los fuertes