“EMMA”, de Jane Austen
Quisiera saber qué hago yo
leyendo esta novela. Es más, por qué, encima, me gusta. A ver qué puede tener este libro
para que sienta dejarlo cuando ya me vence el sueño y me contente reiniciarlo cada
mañana.
No creo que sean el argumento o el ambiente lo que me atrae, uno y otro
me resultan bastante insulsos. Todo sucede en un pueblo inglés, y gira en torno
a un sector social ocioso, de la buena sociedad del lugar, dominada por los
prejuicios y sumamente endogámica. Un reino de banalidad, que nunca sale de sí
mismo, cuyos integrantes agotan sus preocupaciones sin abandonar nunca su
pequeño universo, constituido por escaso número de familias. Nunca se les ve
haciendo nada que no sea visitarse mutuamente, y conversar.
Hablan mucho, nunca de grandes temas, como no sea del amor. O, más que del
amor, de los posibles emparejamientos de los que están, en su círculo,
solteros. Ese es el leit motiv verdadero. Y quien actúa de catalizador es la
que da título a la novela, Emma, una joven de 21 años, la crême de la crême. La
trama gira en su torno, con una linealidad casi absoluta.
Pero estoy refiriendo lo que me repele y, sin embargo, ya he dicho que
la autora me ha ganado para su causa. ¿Por qué? No hay duda de que su escritura
es fluida, pues de lo contrario se haría insoportable seguir sus constantes
diálogos, o sus profusos análisis del sentir de los protagonistas.
Literariamente está muy logrado el juego de pareceres y suposiciones, y también
la contraposición de caracteres.
Tal vez lo que más me ha atraído sea la intriga por conocer qué va a
pasar, adónde conducirá la trama. Y ciertamente el final sorprende, por más que
la autora nos haya ido dejando pistas, a menudo falsas, pero a veces veraces,
como aquellas miguitas de pan que sembraba Pulgarcito, o a la manera de lo que
ocurre en el género policíaco.
No sé. Después de todo quizás
no esté yo tan libre del placer que proporciona a muchos hurgar en las vidas
ajenas (aunque vivan su ficción a comienzos del siglo XIX) como yo pensaba. Eso
sí, y sírvame de descargo, siempre y cuando el cotilleo esté bien contado, como
es el caso.
Hola, Juan Manuel: yo soy más de Orgullo y prejuicio, y tengo pendiente Mansfield Park que, al decir de algunos de sus lectores, es mejor. Pero comparto contigo que realmente no sé decir por qué me gusta. Y, sin embargo, Jane Austen es "una de mis escritores" preferidos: ¿cotilleo? ¿mujer y escritora en un mundo difícil? Seguiré leyéndola, de todos modos. Gracias por tu blog, es un placer leerte. Saludos.
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