DONDE DIJE DIGO...
¿Por qué han de darse por buenas las
declaraciones de un sujeto que afirma ahora ser verdadero aquello que negó ayer
(sobre todo cuando, a mayor abundamiento, está en la cárcel, acusado de la
comisión de onerosos delitos)? ¿Puede creerse antes a un delincuente (aunque
sea presunto, por ahora) que a muy connotados dirigentes del partido en el Gobierno?
Tales son las interrogantes que últimamente, desde que Luis Bárcenas se
ha animado a tirar de la manta, se nos
hacen llegar a los ciudadanos. En mi opinión, estas preguntas no pasan de ser
un mero ejercicio de retórica defensiva
por parte de quien las formula.
Parece, la del preso citado, una actitud errática, paradójica por lo
contradictoria, suficiente como para negarle toda credibilidad. Y tal vez sería
así, si fuese el único cambio de comportamiento que nos sale al paso en esta
historia, pero no lo es.
El mismo partido que actualmente lo tacha de delincuente proclamó a los
cuatro vientos su inocencia cuando él ya visitaba los juzgados como imputado. Le pagó largo
tiempo muy caros abogados que lo defendieran. Lo mantuvo en nómina (con mensualidades en un montante próximo a lo que
yo cobro en un año). Y no le privó de otras prebendas, tales como despacho y
secretaria, automóvil y chófer. ¡Qué decir, si hasta el propio Presidente le
enviaba cariñosos mensajes de ánimo!
A la vista de tales antecedentes, a mí se me ocurre una pregunta
inquietante: ¿Cuál habría sido la conducta de ese partido con su extesorero si
este, aun estando encarcelado, hubiera mantenido la boca cerrada?
Y Luis Bárcenas, ¿habría hablado, de seguir en libertad? ¿O, como el
personaje de aquel cuento infantil, La
ratita presumida, callaría y dormiría, sin remover, más de lo que ya lo
estaban, las aguas oscuras en que por lo visto navegó?
No me negaréis que todo esto da
para mucho sospechar. Quizás aquí el problema, a diferencia de otros casos, más
que en encontrar al culpable, estribe en hallar a alguien que sea inocente. La
justicia dirá, pero no pinta nada bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario