INJUSTICIA UNIVERSAL
Siempre me ha llamado la atención
que el mismo poder que menoscaba sin rubor a los de abajo se doblegue ante
quien está por encima de él. Ved lo que está sucediendo, por ejemplo, con la
ley de Jurisdicción Universal, que autoriza a nuestros jueces a perseguir
delitos cometidos más allá de nuestras fronteras. Quieren cercenarla, reducirla,
limitarla a casi nada.
Los delincuentes internacionales que saldrán beneficiados son de los
Estados Unidos, de China, de Rusia y de otros países que, por la cuenta que les
tiene, no reconocen la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, pero que, hasta ahora, sí
podían ser encausados en España.
Se trata de crímenes especialmente atroces como torturas, genocidios,
desapariciones forzosas.
Ya en 2009, cuando gobernaba
Zapatero, se había impulsado una reforma para restringir el derecho a la
jurisdicción internacional. Ese cambio normativo impidió que la Audiencia Nacional
investigase, a instancia de colectivos palestinos, las denuncias de posibles
crímenes israelíes en Gaza, durante la operación Plomo Fundido.
Pero la vuelta de tuerca que hoy se acomete no es recorte, como aquella,
sino verdadera asfixia. Si sale adelante, ya saben los desahuciados de la
tierra donde no hallarán acogida sus reclamaciones, por justas que resulten,
por execrables que sean los crímenes de los que hayan sido víctimas. Los
juzgados españoles habrán de permanecer sordos a sus quejas, cerrados a cal y
canto a sus demandas.
Se trata de derechos humanos. ¿Recordáis a José Couso, el cámara de
Telecinco al que mató en Bagdad el ejército de EEUU, que atacó el hotel donde
se concentraban los periodistas? ¿Y la reciente orden de arresto contra el
expresidente chino Jiang Zenin y otros cuatro exdirigentes por delitos de lesa
humanidad? ¿Y la querella contra 13 responsables marroquíes del Sáhara
Occidental por genocidio, en concurso con asesinatos, lesiones y torturas,
contra ciudadanos saharauis entre 1976 y 1988?
Todos estos procedimientos, y un largo etcétera, están abiertos. La
aprobación de la ley supondrá que no se enjuiciarán casos similares en el
futuro. (Y estos mismos corren el riesgo de que, contra toda razón, se les
aplique la ley con efecto retroactivo y se archiven).
Mientras tanto esto sucede en
España, en Argentina una juez ha abierto indagaciones sobre hechos ignominiosos
que afectan a nuestra memoria histórica. A alguien debería caérsele la cara de
vergüenza (si la tuviera, claro).
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