2014
Así, a bote pronto,
en estos momentos propicios para los buenos deseos, se me vienen a la mente
muchos de cara al nuevo año. Buscad amar y ser amados, leed buenos libros,
salid al campo, que ya caminamos hacia la primavera, id al cine, al teatro, a
un concierto, a disfrutar del arte y a apoyarlo, practicad deporte y estad
sanos... Es tiempo de quererse, de cuidarse, siempre lo es, pero tal vez más
ahora, cuando nos sabemos víctimas de quienes, con el pretexto de la crisis,
acechan nuestro bienestar y fustigan nuestro sosiego, procurando nuestra
perdición.
Protejamos lo
nuestro, en primera persona, pero del plural también, lo que es de todos, eso
que se nos llevarán, que convertirán en su negocio a poco que nos descuidemos. No
les pasemos ni una, al Gobierno y a los suyos, que ellos ya se han pasado tres pueblos con nosotros.
Salimos de un año
malo, pero -¿sabéis?- algo positivo ha habido en sus 365 días. Muchos son los
que han conservado la dignidad, los que han mantenido el espíritu de
resistencia, la capacidad de rebelarse.
Llenemos las calles,
disolvamos en ellas la sensación de impotencia buscando el calor de los otros,
aumentando su fuerza y la nuestra. Recordad –recordemos- que si un grano no hace
granero, sí que ayuda al compañero.
Por mal
dadas que nos las quieran dar, no nos dejemos llevar por el desánimo, saquemos
fuerzas de flaqueza. No permitamos que escriban por nosotros esta página en
blanco que es el 2014 y, si lo hacen, que sea al menos con renglones torcidos, porque
hayamos conseguido torcer sus planes.
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!
ResponderEliminarQue podamos escribir esa página.
ResponderEliminarGracias, Juan Manuel, por tus bonitas palabras de ánimo, que falta nos hacen.
ResponderEliminarAhí nos encontraremos…, tratando de torcer renglones*…
¡¡Feliz 2014!!
*Ciertos renglones
SP
Ahí queremos mantenernos, porque no queda otra: torciendo los planes del gobierno de los poderosos, de los corruptos, de los que no se arrepienten de llenarse los bolsillos con la miseria de los demás. Salud, dignidad y justicia. Gracias por el teatro, Freire.
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