LOS
MANTRAS DEL INDEPENDENTISMO CATALÁN (2)
El
mandato del 1 de octubre (1)
Ciertamente, en ese referéndum ganaron por
goleada los partidarios de la secesión, alrededor de dos millones a favor por
escasos miles en contra. No deja de ser llamativo, cuando, comicios tras
comicios, el número de sufragios que obtienen los partidos independentistas es inferior a los de quienes
no lo son. Tal vez ayude a entender esa aparente contradicción el artículo que
sigue (lo escribí días antes de la consulta, aunque no viera entonces la luz).
“SI YO FUERA CATALÁN
Si
yo fuera catalán, no iría a votar el 1 de octubre. Para empezar porque para
qué, si ya habrían decidido por mí. Si lo que se dirime es si Cataluña será o
no independiente, la propia convocatoria de la consulta indica que para el Govern ya lo es. Sin acuerdo previo, sólo
situándose de hecho fuera de España, actuando como si Cataluña fuera otro Estado
y dispusiera de distinto ordenamiento jurídico, sería posible ese llamamiento a
las urnas.
Pero aún me echaría más para atrás cómo lo
hacen. ¿Qué referéndum es ése, que se postula como decisorio y cuya
convocatoria responde únicamente a las aspiraciones de una parte, con ninguneo de la oposición y menosprecio de los
millones de catalanes a quienes ésta representa?
No olvidemos cómo ha sido aprobada la ley
que lo facilita: elaborada en secreto por los partidarios del sí, incorporada a
la orden del día en el mismo pleno del Parlament
en que se sometería a votación, sin posibilidad de enmendarla, desoyendo a los
servicios jurídicos de la propia Cámara y dándola por válida con sólo una
exigua mayoría de diputados favorables (cuando para modificar el Estatut se requerirían 2/3. Pero
ésos no los tenían…).
De otro lado, ¿qué garantías se ofrecen a
los catalanes que no comulgan con el independentismo? El censo, a menos de dos
semanas del 1 de octubre, sólo lo conocen quienes promueven el referéndum. Los
componentes de las mesas electorales, ¿serán de los suyos? Porque los demás
previsiblemente se negarán a figurar como presidentes o vocales. Dadas las
circunstancias, ¿habrá campaña por el no
o ésta la monopolizará el sí?
¿Qué credibilidad se otorgaría a un proceso
que de principio a fin está controlado por un sector, el secesionista, y que,
sin embargo, afecta a todos los catalanes? ¿Quién se acercará, en esas
condiciones, a depositar su papeleta? Claro que para los promotores de la
consulta eso no constituye un gran problema. Ni siquiera han establecido una
elevada participación para darla por válida. Del porcentaje de síes no hace
falta hablar: es su referéndum”.
( (1) (Fecha
del referéndum de autodeterminación de 2017). El Gobierno central, entonces del
Partido Popular, intentó impedir su celebración con porrazos policiales. Se
juntaron las ganas de comer con el hambre.