miércoles, 6 de noviembre de 2019


LOS MANTRAS DEL INDEPENDENTISMO CATALÁN (2)

El mandato del 1 de octubre (1)
   Ciertamente, en ese referéndum ganaron por goleada los partidarios de la secesión, alrededor de dos millones a favor por escasos miles en contra. No deja de ser llamativo, cuando, comicios tras comicios, el número de sufragios que obtienen los partidos  independentistas es inferior a los de quienes no lo son. Tal vez ayude a entender esa aparente contradicción el artículo que sigue (lo escribí días antes de la consulta, aunque no viera entonces la luz).

“SI YO FUERA CATALÁN  
Si yo fuera catalán, no iría a votar el 1 de octubre. Para empezar porque para qué, si ya habrían decidido por mí. Si lo que se dirime es si Cataluña será o no independiente, la propia convocatoria de la consulta indica que para el Govern ya lo es. Sin acuerdo previo, sólo situándose de hecho fuera de España, actuando como si Cataluña fuera otro Estado y dispusiera de distinto ordenamiento jurídico, sería posible ese llamamiento a las urnas.
   Pero aún me echaría más para atrás cómo lo hacen. ¿Qué referéndum es ése, que se postula como decisorio y cuya convocatoria responde únicamente a las aspiraciones de una parte, con  ninguneo de la oposición y menosprecio de los millones de catalanes a quienes ésta representa?
   No olvidemos cómo ha sido aprobada la ley que lo facilita: elaborada en secreto por los partidarios del sí, incorporada a la orden del día en el mismo pleno del Parlament en que se sometería a votación, sin posibilidad de enmendarla, desoyendo a los servicios jurídicos de la propia Cámara y dándola por válida con sólo una exigua mayoría de diputados favorables (cuando para modificar el Estatut se requerirían 2/3. Pero ésos  no los tenían…).
   De otro lado, ¿qué garantías se ofrecen a los catalanes que no comulgan con el independentismo? El censo, a menos de dos semanas del 1 de octubre, sólo lo conocen quienes promueven el referéndum. Los componentes de las mesas electorales, ¿serán de los suyos? Porque los demás previsiblemente se negarán a figurar como presidentes o vocales. Dadas las circunstancias, ¿habrá campaña por el no o ésta la monopolizará el sí?
    ¿Qué credibilidad se otorgaría a un proceso que de principio a fin está controlado por un sector, el secesionista, y que, sin embargo, afecta a todos los catalanes? ¿Quién se acercará, en esas condiciones, a depositar su papeleta? Claro que para los promotores de la consulta eso no constituye un gran problema. Ni siquiera han establecido una elevada participación para darla por válida. Del porcentaje de síes no hace falta hablar: es su referéndum”.
(   (1) (Fecha del referéndum de autodeterminación de 2017). El Gobierno central, entonces del Partido Popular, intentó impedir su celebración con porrazos policiales. Se juntaron las ganas de comer con el hambre.