lunes, 21 de agosto de 2017

BARCELONA


Tanto dolor inútil, tanto odio buscando sangre inocente en que satisfacerse... La Edad Media irrumpe, matando, en el mundo. Con siglos de retraso, vienen a enturbiar el presente palabras olvidadas (¡infieles, impíos, cruzados!). Salen de bocas que acusan y condenan, dogmáticas y sectarias. Mentes simples determinan que en la diversidad radica el mal. En su estrechez de miras, únicamente cabe una concepción de la vida, regida por principios inamovibles; y no sólo para ellos, para todos. Cualesquiera que no sigan sus dictados son enemigos y se arriesgan a convertirse en víctimas. Tras de sí dejan un reguero de cadáveres, de heridas en el sentimiento, de desolación. Pero también de voces que, por el ancho mundo adelante, se yerguen frente a ese fanatismo y la barbarie de que se acompaña, solidarias con quienes los padecen. La mía, una más.

2 comentarios:

  1. Es interesante porque si no le hubieras puesto título, se podría referir a muchas cosas.
    En estos días se están viendo por las redes sociales muchos descabezados que arremeten contra los musulmanes, los inmigrantes y todo lo que cada cual considera ajeno, otro. Esos seres irracionales, incapaces de matizar y de diferenciar musulmanes de terroristas, inmigrantes de delincuentes, etc, se merecerían también tu escrito que, perfectamente podría estarles dedicado.
    Un beso.

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