AL
HILO DE UN CHISTE GRÁFICO DE DÁVILA
Escribo
de una crítica materializada en cómic. El humor adopta aquí la forma de viñeta
amarga. La palabra se entrelaza con el dibujo y de esa mixtura surge un
artefacto de destrucción masiva… de prejuicios. Los de quienes llaman pin parental a un veto a la libertad de
cátedra y, sobre todo, al derecho de los menores a una educación que no se
termine en el ámbito del hogar. Cuánto se puede decir con tan poco. Pero hora
es ya de que desvele la fuente de mis divagaciones.
Las motiva una ilustración del gallego Davila.
En primer plano, vemos, a la salida de una gruta, cubiertos de pieles, a dos
humanoides, hombre y mujer, quienes, cual cuadrúpedos que aún son, andan a
cuatro patas. Se trata, desde luego, de cavernícolas, en todos los sentidos del
adjetivo. Quiero decir que sus ideas en nada desentonan con su arcaica forma de
vida. Únicamente habla él. Dos bocadillos encierran sus palabras, enmarcadas por
exclamaciones y, en un caso, interrogaciones. Son, pues, gritos, casi alaridos,
que denotan asombro y enfado. Están en consonancia con su catadura de
energúmeno de cabeza grande, bocaza abierta por la que asoma una dentadura
imperfecta, nariz como si fuese personaje de Quevedo y cejas muy pobladas. En
conjunto, y pese a la aparente sencillez del trazo, mete miedo. A su lado, la
mujer no ofrece una imagen más tranquilizadora. Mira a donde él mira y, aunque
callada (ése es otro mensaje, sólo él se expresa), dice por ella el gesto de
enfado, inquisitorial ¿Y qué barbota su
compañero?
-
Camiñando de pé!!??
-
Xa están na escola meténdolle fantasías
na cabeza!!
Para quienes no sepan gallego:
-
¿¿¡¡Caminando de pie!??
-
¡¡Ya están en la escuela metiéndole
fantasías en la cabeza!!
Y es que la nómina de personajes se completa
con un tercero que, en efecto, se desplaza erguido y, a lo que se ve, orgulloso
de haber transitado a bípedo. Los escasos palmos que levanta sobre el suelo
constituyen una pura manifestación de presunción y contento, que contrasta con la
indignada sorpresa de sus progenitores. Es todavía niño, o sea que está en edad
escolar.
Yo lo interpreto como una ingeniosa denuncia
de quienes pretenden hurtar a sus criaturas conocimientos o actitudes que no
encajan en la propia –y retrógrada- visión del mundo. Como si los hijos fueran
propiedad de los padres y careciesen del derecho a saber de la complejidad y
amplitud de lo existente fuera de las creencias familiares. ¡Que no les abran
los ojos en la escuela! Inmovilismo frente a los avances de la Humanidad (y de
la humanidad), cerrazón ante el progreso. No es, precisamente, del colegio o
instituto de quien en ocasiones hay que proteger a niños o adolescentes…
Todo lo que dices, más el hecho de que quieren escatimar a los niños derechos consagrados por la misma constitución con la que nos agreden a diario en relación a Cataluña.
ResponderEliminarLos cavernícolas devinieron en humanos, ellos están dejando de ser humanos para devenir en cavernícolas.
Me llegó la viñeta y es muy buena.
Un beso.
Nada que añadir a tus palabras, Rosa, sino agradecerlas. Sintetizas cuanto podría decirse. Me encanta especialmente el segundo párrafo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte